I.El mito platónico del nacimiento del amor
a. Explicación previa
Platón de Atenas, es, según una opinión ampliamente compartida, el filósofo más grande de todos los tiempos. Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, vivió del año 428-7 al 347 a . de J.C. De vocación matemática, había escrito a la entrada de su escuela, la Academia : “no entre quien no sepa geometría”.
Platón pide excusas al no poder presentar una solución conceptual y recurre al mito como sustitución simbólica de aquella. Así, cuando busca explicar qué es filosofía, en qué consiste la actividad del filósofo, cuenta el mito del nacimiento del amor y muestra que le amor es filósofo, que lo esencial del filosofar es lo que tiene de común con el amor.
Al considerar los mitos, debemos olvidar la idea que comúnmente se tiene, de que los mitos son falsedades caprichosas o conocimientos oscuros que pueden ser reemplazados por el conocimiento racional y científico.
b. El mito del nacimiento de Eros
Cuando nació Afrodita (Diosa de la belleza), los dioses celebraron un banquete, y entre ellos estaba también el hijo de Metis (la prudencia), Poro (el Recurso). Una vez que terminaron de comer, se presentó a mendigar, como era de costumbre Penía (la pobreza). Poro, entre tanto, como estaba embriagado de néctar, penetró en el huerto de Zeus y en el sopor de la embriaguez se puso a dormir. Penía, entonces se acostó con Poro y concibió al Amor.
Claro ex ya incluso para un niño que son los intermedios entre los unos y los otros, entre los cuales estará también el Amor. Pues es la sabiduría una de las cosas más bellas y el Amor es amor respecto de lo bello, de suerte que es necesario que el amor sea filósofo, y, por ser filósofo, algo intermedio entre lo sabio y el ignorante.
II. La vocación de Buda
- Explicación previa
Si la filosofía del Banquete platónico es aspiración permanente a la verdad y la belleza, la del Buda que también encontraremos en el Sócrates platónico es sobrepasamiento, no evasión, de la fealdad.
- Origen del filosofar
I. La admiración
En el orden temporal, el conocimiento humano no empieza por el filosofar. El planteamiento filosófico explícito parece corresponder a la madurez de las culturas. El hombre mítico y el homo faber (hombre hacedor) anteceden al filósofo. Ls necesidades del hombre, entre las que se comprende por igual la subsistencia y la permanencia eterna, llevan a conocer ciertas leyes generales de las cosas y a estructurar ritos, en los cuales se ejecutan las creencias mitológicas. Atendamos al origen del filosofar a partir del mito.
No se asombra quien cree erróneamente conocida aquella parte de las cosas que precisamente se oculta.Frente a lo que resulta completamente conocido, frente a lo que se presenta ante nosotros sin insinuar nada detrás de lo evidente, no se despierta la curiosidad.
La vocación filosófica se enciende frente a lo que se muestra, ciertamente, pero en tanto desconocido.
Así, que, ni el dios, que sabe que sabe, ni el ignorante, que no sabe que no sabe, sino el hombre despierto, que sabe que no sabe, que habrá de aprender que, en otro sentido, no sabe que sabe, es filósofo. Una vez más citamos a Platón, admirado del admirarse a si mismo.
Tdo hombre, por naturaleza, apetece saber
Si las técnicas surgen porque el hombre prolonga sus manos mediante instrumentos, para modificar la naturaleza y mejor adaptarla a su servicio, a su supervivencia individual y específica, a la consecución del bienestar. Es más filosófica la ciencia que orienta a las demás que la que está subordinada a otra, porque no es decoroso que al filósofo se le impongan criterios, antes de saber él quien oriente el criterio de los demás, sino que debe obedecerle a él el que es menos filósofo.
II. La angustia
En la historia de los pueblos y, paralelamente, en la historia de la filosofía, se da antes la atención al mundo, preferentemente a los astros y a su armonía, y luego, en segundo momento, la atención a sí mismo, al sujeto humano.
Podríamos decir que el esfuerzo racional que tiene sus mayores cúspides en el siglo V a. de J.C. Y en el siglo XVII de nuestra era, era vinculado a la admiración frente a la naturaleza y a la angustia o la cura ante el no-ser, continúan a través del desarrollo de las ciencias teóricas hasta el ideal de la Ilustración , más el bienestar prometido por la Revolución Industrial.
BUENO ES SABER QUE LOS VASOS NOS SIRVEN PARA BEBER, MALO ES QUE NO SABEMOS PARA QUÉ SIRVE LA SED...
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